18 de octubre de 2010

Valentino



Caminando por una calle gris,
con rostros que me miran como desconociendome,
mientras el sol cocina mis pies descalzos 
que dan cientos de pasos sobre el asfalto.
Mis pequeñas piernas ya sin fuerzas
caen rendidas a los pies de un extraño, quien no demostró importarle
y no dudó en moverse a un lado para evitar pisar mi alma.
una herida más, otra curita que tendré que inventarme
para dejar de soñar, que algun día alguien vendrá por mi
y me brindará un abrazo, de esos que no se olvidan.
Tan solo tengo cinco añitos, no sé cual será mi nombre,
aunque me gustaría llamarme Valentino,
tengo mucha hambre guardada en el bolsillo,
pero aunque a veces la tristeza me rodea y me quiere atrapar,
sigo creyendo que los colores que aprendí ayer, 
pueden brillar mañana, y la ilusión de que todo va a cambiar, 
me mantendrá vivo en este diciembre y en los que vendrán,
aunque mi historia sea triste, se que todo va a cambiar 
porque se que ese abrazo que espero, algún día va a llegar.

2 comentarios:

  1. Perfecto!

    Me encanto y mientras lo leia senti una analogia con la triste realidad de los marginales de la calle.

    Un abrazo y dos besos! :)

    DIe.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Die! la idea era que al leerlo se sienta lo que sentiste, tarea cumplida! :)
    Besotón capitán!

    ResponderEliminar