Hay un hombre detras de esa puerta
él no esta nada bien, no esta nada bien,
hay varias botellas en la mesa del bar
todas parecen balancearse siguiendo sus ojos perdidos.
Las risas parecen burlarse de el,
lo aturden, lo rodean y él agarrandose la cabeza
no puede mantenerse en pie y se arrastra por el piso,
piso mugriento de ese maldito bar.
La mayoría de la gente duerme
no pueden ver a aquel hombre
detrás de la puerta del maldito bar
la mayoría de la gente ni siquiera sabe que esta mal.
Lloran las paredes del maldito bar
vuelcan sus lágrimas en el piso ensuciandole las rodillas,
ya no tiene fuerzas para arrastrarse
pero sabe que mañana volverá a ese maldito bar.
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